El protagonista -Fausto enloquecido por su “buena educación”- es internado en un hospital psiquiátrico donde será tratado por el Doctor M., en quien ve o sospecha a Mefistófeles. Tras relatarle su travesía de la enseñanza religiosa, de las Humanidades, de la Escuela Militar y de la Escuela de Medicina, le describe su psicoanális y luego su pasada por la Escuela de Filosofía, así como su amor por Maggie, voluptuosa enfermera que le enseñará los secretos de la pasión carnal. Mientras tanto, bajo la mirada escéptica de Wagner, el Interno encargado de vigilar su tratamiento, va escribiendo un diario en el cual expone los fundamentos de su invento fáustico, un nuevo género literario destinado a reemplazar a la novela : el “intertexto”.