-Bienvenido a nuestro refectorio, Doctor Fausto- me saludó Wagner, con aire a la vez amable y burlón. – Para matar el tiempo mientras espera que le sirvan, ¿tendría la bondad de decirme en qué consiste la diferencia entre la novela y el intertexto?
-No sabía que le interesaba la literatura hasta ese punto- repliqué con calma. -Si continúa por ese camino, terminará por abandonar la medicina… Creía haberle explicado que el intertexto deriva de la novela, como la novela deriva de la epopeya medioeval. En la vida, Interno, nada es estático, todo evoluciona, incluso la narrativa. Los novelistas no quieren aceptar este hecho evidente. Ellos identifican novela y literatura y creen que la desaparición de la novela implica la desaparición de la literatura.
-Menos mal que usted está aquí para tranquilizarlos- rió Wagner. -Pero no me ha dicho todavía en qué radica la diferencia entre novela e intertexto. Como el más discreto de los discípulos, le prometo no revelar el secreto.
-En el modo de utilizar la ficción- respondí. -Sus pacientes novelistas no sólo confunden en una sola entidad novela y literatura, sino que también confunden novela y ficción. En realidad, como lo reconoce el propio Doctor M., la ficción es una función más de la vida psíquica. Puede operar tanto en los sueños, los delirios o los proyectos de toda índole (domésticos, técnicos, científicos), como en el cine, el teatro, la poesía y en el arte en general. Y, por supuesto, también en la novela y en el intertexto. Sólo que en la novela, en la medida en que la ficción es utilizada como un espejo para reflejar la ‘realidad’, la ficción opera de manera oculta, busca esconderse detrás del texto para dar a éste una apariencia de veracidad. Así, la ficción novelesca se complace a sí misma como ‘trompe-l’œil’, como ‘engaño-diversión’, como ‘mentira-verdad’ y el novelista, como ‘mentiroso-veraz’. En cambio en el intertexto la ficción opera de manera abierta, se muestra como ‘conocimiento lúcido’, como intertextualidad. El escritor deja de producir ‘mentiras’ y pasa a producir ficciones literarias que pueden tener el mismo valor gnoseológico que los más exigentes textos científicos y filosóficos. Eso es el intertexto. Ahora bien, la Sociedad de los Hombres Celestes, que vive en la mentira y que utiliza la mentira como instrumento de dominación y explotación, no tiene ningún interés en la desaparición de la novela. De ahí que la industria editorial de los Hombres Celestes, con su sistema actual de best-sellers, de premios y de crítica literaria, esté completamente volcada en la defensa y promoción de la novela… y de los novelistas que juegan el juego de la mentira.
-¡Bravo Doktor Faustus! Tengo la impresión de que tardaremos mucho tiempo todavía en darle el alta. Por ahora no diga nada a nadie. Almuerce tranquilo nomás- me invitó, sarcástico.
Fragmento n°9
Novela "mentira"
(La Sociedad de los Hombres Celestes, Tomo II, p. 132-134)
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TEORIA DEL INTERTEXTO